"¿Por que justo a mi tenia que tocarme ser yo?"
Dijo Felipe el personaje de la tira argentina Mafalda. ¿Y por qué no? ¿Cuántas veces nos hacemos esa pregunta, ¿Por qué a mí me vino a pasar esto? ¡Justo ahora! Decimos entre dientes, como si el destino siempre se equivocará de tiempo. ¿Será que no existe un tiempo indicado? ¿Será que no hay un destino impuesto?...
Esta pregunta nos la hacemos de manera casi automática, sobre
todo en momentos de bronca o de enojo, cuando algo no sucedió exactamente cómo y
cuándo queríamos. Pensamos, o al menos muchas veces yo misma pensé, que eso que
deseo tiene que ser ahora y porque lo digo, como si la vida tuviera
obligaciones con nosotros. Esta pregunta nos la hacemos cuando, por ejemplo, no
fuimos seleccionados para ese puesto de trabajo tan ansiado; cuando la persona
a que queríamos invitar a salir tenía otros planes; o cuando esa pareja que
tanto soñamos se hace esperar. A primera vista, podemos hacernos la pregunta en
un tono de víctima desde un lugar donde “todo llega de afuera”, y yo estoy cómodamente
en mi zona de confort. ¿Existe acaso
otra posibilidad?
Si, existe. Podemos cambiar el tono de victimización por uno
de averiguación. ¿Qué quiero decir con esto? Es simplemente preguntarnos qué es eso
TAN ESPECIAL y único que vinimos a hacer a este mundo. ¿Quién sos vos? ¿Para
qué estás acá? Hay algo particular que sólo vos podés hacer, qué sólo a vos te
pertenece. ¿Qué será eso? Alguna vez te preguntaste qué huella querés dejar en tu
paso por el mundo. ¡Cómo ha cambiado el tono! Y, sin embargo, es la misma
pregunta: "¿Por qué
justo a mí tenía que tocarme ser yo?"
Tal vez, y sólo
tal vez, porque existe algo especial que podés compartir y dar a otros, y aprender
por vos mismo. No hay nadie más como vos en este mundo. Sos único, recordalo. Y la próxima vez, que se te cruce esta
pregunta, podés sonreír, y preguntarte, ¿Para qué a mí me toca ser yo?
Hay miles de ejemplos famosos y anónimos de personas alrededor del mundo que hicieron de los momentos más difíciles sus mayores aprendizajes. Que encontraron la oportunidad en la dificultad y que descubrieron nuevos talentos que no hubieran surgido de no estar expuestos a circunstancias tan adversas. Y no sólo eso, sino que también se hicieron más fuertes. Desarrollaron lo que en el mundo del coaching se llama “resiliencia”, esa capacidad de salir fortalecido de los momentos más duros o difíciles de nuestra vida, esos que a todos nos tocan atravesar. Seguramente vos mismo te podés identificar como una de estas personas, probablemente conoces a alguien cercano que admires por su fortaleza.
Hoy quiero compartir el caso del rey Jorge VI del Reino Unido, quien era tartamudo y temía hablar en público. Alberto de York ( tal era su nombre original) era descripto como “asustadizo y propenso a llorar de niño”. Alberto se vio obligado a asumir al trono tras la inesperada renuncia de su hermano Eduardo VIII, esto implicada entre otras responsabilidades, el hablar en público. Para hacer frente a este desafío del habla, la corona británica contrató al logopeda australiano Lionel Loge. Aquí se puede escuchar uno de sus famosos discursos
Algunas competencias que observé en el protagonista a lo largo de la película fueron:
- La perseverancia y la
paciencia: si practicamos una y otra vez, podemos lograr lo que
queremos a lo largo del tiempo.
- Intuición: todos poseemos una fuerza
interior que sabe con claridad cuál es el camino.
- Confianza: cuando logramos un
objetivo que nos parecía imposible, aumenta nuestra autoestima.
- Pedir ayuda: una actitud clave para
avanzar en la vida, ayudar y ser ayudados nos hace más humanos y menos
arrogantes.
- Amistad: como dice Aristóteles, "es absurdo hacer al hombre dichoso solitario, porque nadie querría poseer todas las cosas a condición de estar sólo. Por tanto, el hombre feliz necesita amigos".
¿En cuál/cuáles de estas competencias te sientes fuerte? ¿Cuáles te gustaría desarrollar más? ¿Qué podes hacer a partir de hoy?

Que interesante genia! Gracias por compartir tus pensamientos profundos y sábios!
ResponderEliminarEnfrentamos distintos desafios en la vida, como el aprender a dar pequeños pasos...y de eso se trata la vida, descubrir nuestro magnifico y misterioso proposito de vida. En el camino apareceran distintas pruebas que nos fortaleceran y nos debilitaran para que podamos apreciar lo sagrado de lo que tenemos como de lo que no, para aprender a dar gracias desde lo que damos por sentado y muchas veces no apreciamos. Y en la busqueda permanente de lo que no sabemos, encontraremos sino desistimos de nuestro verdadero proposito, siempre superior a lo que alguna vez imaginamos! Dios ilumine nuestros pasos, pensamientos, creencias, decisiones y experiencias para discernir lo importante, que sera lo que de verdad llene nuestro vacio existencial y nos permita ser plenos al realizar nuestra tarea en este mundo.
ResponderEliminarGracias por compartir tus inspiradoras reflexiones! un beso grande
ResponderEliminar