“Lo esencial es invisible a los ojos”, dijo el Zorro
“Lo esencial es invisible a los ojos” - repitió el principito a fin de recordarlo. Es que pareciera que las verdades esenciales de la vida necesitamos recordarlas no una, sino muchas veces a lo largo de nuestra existencia y del día. Aprendamos una lección y nos decimos, “Lo importante es lo de adentro”, “Lo esencial es disfrutar cada minuto”, “El presente es lo único que tenemos”….y pronto estamos nuevamente en lo cotidiano de la vida, perdiéndonos o sumergiéndonos en hechos insignificantes como si lo profundo perdiera valor. Pero, ¿es realmente así? ¿Podemos vivir en un nivel de profundidad constante? Creo que la clave es buscar el equilibrio de vivir a conciencia, de ser fiel a uno mismo y admirar las simples cosas con la profundidad de un sabio. Disfrutar amaneceres, una buena taza de té, la sonrisa de un niño, el ruido de la lluvia, las formas de las nubes, los ojos de nuestro interlocutor, y todo aquello que nos conecte con ese instante que nunca más va a repetirse....